Galego.
O monte Xalo está nos límites dos concellos de Culleredo, Carral, Cerceda e A Laracha, Os montes do Xalo estiveron habitados desde tempos inmemorables, como así o testemuñan os diversos restos megalíticos que abundan na zona de monte Xalo, Menhir de Ou Caroliño, Petróglifo do Torreiro, a pedra MazaFacha, monte Anxelio, alto de Penas negras, Castelo do Xalo, Castelo de Veiga, así como diversas mámoas que aínda se conservaban nos anos 70. Tamén hai diversos restos da época castrexa pola zona de monte Xalo, como son o castro de Coto de Guichar, o castro de Vinseira pequena, o castro de Paleo. O monte Xalo era utilizado polos habitantes daquela época para realizar culto aos seus Deuses, tamén hai constancia da época dos romanos como é o xacemento romano de Paleo.
Os primeiros datos escritos que aparecen de Monte Xalo datan do ano 978 e pertencen a un códice do Mosteiro de Samos, este códice fai referencia ao Monte Gallo, nome co que era coñecido naquela época o Monte Xalo, noutro códice do ano 1112 pertencente á Catedral de Santiago faise referencia a Monte Galo, nome que coa jeada derivou a monte jalo e de aí ao actual Monte Xalo. Tamén quedan constancia da idade media a Torre de Celas e os restos do castelo derruido durante a revolta “Irmandiña” no Coto de Guichar. Crese que no "Castelo do Xalo" existía un castelo, pero non hai restos que así o testemuñan, recentes estudos puxeron en descuberto os restos dun castelo ou torre de vixilancia no denominado "Castelo de Veiga".
Los primeros datos escritos que aparecen sobre Monte Xalo datan del año 978 y pertenecen a un códice del Monasterio de Samos, este códice hace referencia a Monte Gallo, nombre con el que se conocía al Monte Xalo en aquella época, en otro códice del año 1112 perteneciente a la Catedral de Santiago se hace referencia a Monte Galo, nombre que con la Jeada derivó de Monte Jalo y de allí al actual Monte Xalo. También son testimonio de la Edad Media la Torre de Celas y los restos del castillo destruido durante la revuelta "Irmandiña" en el Coto de Guichar. Se cree que existió un castillo en el "Castelo do Xalo", pero no existen restos que lo atestiguan, estudios recientes han descubierto restos de un castillo o torre de vigilancia en el llamado "Castelo de Vega".
Pedro Marfani, para el año 1971 y siguientes, describe la piedra Mazafacha como una piedra meteorológica, con poderes sobre el clima. Se nos cuenta que en la vigilia de la noche de San Juan, las brujas se reúnen allí y determinan el régimen de lluvias, tormentas y granizo que habrá durante todo el año. Al amanecer del día de San Juan y el sol aparece en el horizonte, la reunión de las brujas se disuelve y se pueden observar los movimientos oscilantes del sol, como si bailaran.
Ajustando esta leyenda, deducimos que las brujas celebraban un aquelarre sobre esta piedra, decidiendo cómo sería el tiempo el año próximo en los valles vecinos (Encrobas, Meirama, Val de Barcia, Val de Veiga). Esta decisión dependía de cómo se hubieran comportado con ellos los vecinos de estos valles. Si se portaron mal, granizo, frío, tormentas y si se portaron bien, buen tiempo. Los vecinos, especialmente los niños de las cercanas parroquias de Xaló, subían por la mañana a observar esta piedra antes de que saliera el sol, mirándola a través de un colador o vasos tiznados. Con los primeros rayos parecía que soplaba el sol, e interpretaron que eran las brujas que se iban a sus casas volando en una escoba.
Otros autores, como Estanislao Fernández de la Cigoña, dicen que esta piedra protegía de los temporales del Atlántico, y que en su desembocadura se arrojaba una piedra de río, posiblemente blanca, para atraer o desviar la lluvia según las necesidades de los vecinos.